Hoy cumplo un año con mi novia (o enamorada, como se dice aquí) y ayer domingo salimos a celebrar. Como me toco a mi elegir donde iríamos, en base a lo que a ella le gusta, elegí un restaurant con vista al mar. Mangos, es el nombre del restaurant. Llegamos aproximadamente a las 19:00 hrs, mientras bajábamos las escalares busqué con la mirada un buen sitio donde sentarnos y lo hallé al momento. Era una mesa alta al lado de una estufa, con vista al mar y cerca de la puerta. La ubicación era perfecta; la estufa calentaba en sitio, pues andamos en invierno en Lima; la vista era preciosa y se podía oír claramente el sonido del mar, que combinaba perfecto con la música House y Chill Out en tonos muy bajos. Al sentarnos sólo esperamos un par de minutos a que viniera un mozo y nos atendiera, nos dejo la carta y un rato después regreso a tomar nuestros pedidos -una Lasaña de carne para la señorita y un Pollo en salsa misiu para mi-, le dije al camarero; cuando preguntó por algo para tomar ella pidió un Sex on the Beach y me miró con una cara muy sensual mientras lo hacía.
Después de un corto rato de platicar llegó la comida, no me gustó que el mozo me la sirviera primero a mí, pero es solo un pequeño de talle. Como nunca recordé todos mis modales en la mesa: cambié el tenedor para cortar la carne, me senté derecho, me llevé la comida a la boca y no al revés, no hice sonar los cubiertos con los dientes y comí con calma; era todo un caballero mientras comía. Al terminar pedí un whisky simple con hielo aparte y lo tomé lentamente mientras ella terminaba el trago que se pidió al principio. Prendimos un cigarrillo cada uno y conversamos por un rato antes de retirarnos. La velada fue corta pero intensa y cada detalle de lo sucedido me gustó. Espero poder repetirla pronto.
P.d: Lo de "fichito", como dice mi hermana, no se le quita a uno nunca.
Saludos,
GNK.
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